Los preámbulos de la Navidad

Se aproximan las fechas en las que nos rodean invitaciones, actos y celebraciones. Cualquier evento gira alrededor de una mesa con buena compañía y un despliegue de platos exquisitos que, en años anteriores, he degustado. De las cervezas y los vinos, ni hablo, porque se me enreda la lengua solo de recordarlo.

Pero bueno… he llegado hasta aquí y, aunque no puedo saborear los alimentos y bebidas, me los tomaré como me los han recetado, incluso en público, mientras pueda. Me apena observar las caras de los comensales, mientras intento escudriñar sus mentes: ¿qué pensarán al verme con la boca abierta y el tubo colgando sin probar nada? Sin embargo, me voy acostumbrando y, cuando puedo intervenir participo a través de mi móvil y del altavoz dando voz a mis pensamientos e incluso, llevo algún chiste o canción pre-grabada para compartirla y aportar algo de mí al momento.

Es duro asumir una situación así, los aromas los percibo y escucho el júbilo de los comensales ante un plato bien presentado y suculento. A veces, humedezco mis labios con un poco de caldo, para recordar el sabor del plato que veo pasar, o de la copa de cerveza o vino que me sirvo, para seguir brindando. Cuando chocamos nuestras copas al compás del famoso arriba, abajo al centro y… en lugar de adentro, ¡digo adelante! y dejo la copa en su sitio.

Escribo estas líneas en Salamanca, tras una cena con mi mujer y mis sobrinos, Alberto y David, en fechas del blackfriday. Estamos de camino a San Sebastián, donde nos dirigimos para participar en un acto solidario con la ELA. Nuevamente, todo girará alrededor de una mesa en una cena de gala, y yo llevo preparada mi cena en la mochila. Creo que tendré el placer de saludar una vez más a Karlos Argüiñano, quien el año pasado, cuando aún comía algo por boca me sirvió él personalmente repleto de cariño el plato con el que nos agasajaron en la cena. Fue en Sotogrande.

Resulta curioso cómo pasa a un segundo plano algo que siempre ha sido muy habitual: comer en grupo. Lo más importante permanece igual: seguimos alimentados y bien acompañados. ¡¡Una vez más, solo puedo agradecer a quienes me acompañan y levantan su copa conmigo para seguir adELAnte!!

Es 24 de noviembre, ya estamos en Donostia. Jaime ha elegido un magnífico hotel para la celebración de la cena de gala: las habitaciones son de lujo y el trato del personal es excelente. Podemos descansar en un lugar emblemático de la ciudad, mirando a la Concha.

Hemos llegado a tiempo para comer con Jaime y la comunidad de afectados de ELA en el Club Náutico. Allí siempre nos recibe Jaime con todo cariño. Paella compartida, y un vino para brindar por lo precioso del día y por haber tenido un viaje sin incidencias. Estas ocasiones no las desaprovecho, aunque sólo sea mojar la lengua, dejar disfrutar al olfato y la vista, lleno una copa y celebro una vez más estar ahí.

El acto solidario que ha preparado Jaime con su asociación, Siempre Adelante, está destinado a recaudar fondos para la ELA. El restaurante donde se celebraba es precioso. Nos sentamos juntos los tres afectados que este verano le acompañamos nadando unos minutos en el reto. A nuestro lado, nuestros acompañantes. La tecnología, me ayudó otra vez más, a poner voz a mis pensamientos en la mesa y participé activamente de las conversaciones, algo que me preocupaba en un espacio tan lleno de gente con ganas de hablar, jeje…

La cena, estuvo amenizada por un monologuista genial que nos hizo reír sin parar.

 

Por supuesto Karlos se lanzó a contar algún chiste antes de los postres. El momento central del acto fue la presentación del reto que culminó Jaime este verano en Donosti. Nos dejó impactados todo lo que relató, la narración de una experiencia tan dura y exigente y cómo se sintió acompañado en todo momento, aunque fuera desde la orilla.

Suele coincidir la fecha de este evento con la presentación del calendario a favor de la asociación ELA Extremadura que hacemos en Badajoz. He aprovechado y traigo algunos para compartirlos con los amigos que nos encontramos aquí. ¡El siempre solidario y buen amigo Karlos se hizo una foto con este calendario! Para seguir #adELAnte.

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