Va en silla de ruedas, pero es totalmente independiente. Quedamos para tomar café en una terraza por la tarde, yo aún podía beber un poco y, el té con limón y hielo me lo bebía des-pa-ci-tooo, pero lo mejor de todo fue poder compartir el momento y disfrutarlo con José Antonio Lagar. La conversación nos permitió ponernos al día de la situación personal y profesional en la que nos encontramos en este nuevo y duro momento, así como las iniciativas que estamos llevando a cabo. Intercambiamos buenas palabras y nos ofrecimos colaboración. No sé muy bien como describir la energía que me aportó y, menos aún cuando entré en las redes sociales y leí su mensaje. Me quedé sin palabras para seguir escribiendo y solo puedo transcribirlas.
«Ayer salí un poco de la rutina de mi recuperación y fui a tomar un café con mi amigo Marco Sánchez, una de esas personas a las que la vida ha puesto en una situación complicada: descubrir de la noche la mañana que tiene una enfermedad degenerativa de la que sabemos muy poco, aunque su nombre nos hace a todos sentir un escalofrío, la ELA.
Marco tenía varias opciones, desesperarse, volverse loco buscando soluciones médicas, obsesionarse con el tema, o buscar la parte positiva de esta auténtica putada para la que aún no hay cura y muy pocos medicamentos paliativos.
Y la parte positiva no podía ser otra que aprender a disfrutar de cada minuto como si fuese el último. En realidad, en este casi un año de peregrinación ha hecho un máster sobre cómo debemos apreciar las cosas que realmente merecen la pena en la vida: la familia, los amigos y sobre todo el convencimiento de que la esperanza es lo último que se pierde y que mantener una actitud positiva es la mejor medicina para superar las dificultades.
Marco ha estado presente en todos los acontecimientos importantes de la ciudad, ascenso del CD Badajoz incluido, ha hecho el camino de Santiago con un grupo formidable de amigos y está disfrutando de su familia como no lo había hecho nunca anteriormente.
En el café nos pusimos al día, pero sobre todo echamos unas risas y disfrutamos de nuestra amistad.
Creo que ya habéis adivinado la gran admiración que tengo por Marco, pero es que un tipo que ha dejado su empresa para dedicarse a concienciar a la gente de lo importante que es la investigación para combatir enfermedades como la ELA o como tantas otras no merece menos.
Gracias por la camiseta Marco y recuerda que aquí tienes uno más de esa legión de amigos que tanto te quieren y para las que eres un ejemplo.»
Firmado: José Antonio Lagar
Gracias, José Antonio. Gracias por animarme a seguir adELAnte.
El amigo Jose Antonio siempre con una sonrisa y animando a todo el mundo, y sobre todo como dice siempre una persona normal con algún defecto diferente al de los demás.
Un abrazo para los dos.