Mi viaje a Dinamarca: 3.000 km. no son ná.

En mi cumpleaños de 2017, en lugar de regalarme un viaje a Dinamarca en avión, me regalaron una bicicleta estática. Tuve múltiples recomendaciones para su uso, por parte de un ciclista ELAstico y profesional que, diariamente pedalea decenas de kilómetros mirando al mar Mediterráneo desde su casa. José María Caruana, en conversación por Whatsapp me animó a luchar contra la enfermedad haciendo ejercicio físico diario. Para ello asumí el reto de batir un récord personal y además así mejorer mi masa muscular.

No sabía cuánto tardaría en llegar a Dinamarca en bici, pero en la mente mantenía el destino. Cada día he realizado un promedio de 9,31 kilómetros, dedicando 30 minutos de mi tiempo matinal a pedalear. He dedicado 323 días a realizar este recorrido, pedaleando a una velocidad media de 18,5 kilómetros por hora y, por supuesto, ¡contemplando el amanecer cada mañana!

La COPE me acompaña y, si he madrugado suficiente, incluso escucho y veo por facebook a José Luis Lorido que, al verme conectar el video on-line nos nombra a quienes estamos siguiendo el programa en directo. Me produce un subidón de energía escuchar mi nombre en voz alta por la radio local, jeje…

Cuando llegan las nueve de la mañana, recibo el mensaje de mi padre, dándome los buenos días y queriendo conocer de primera mano mi agenda y mi estado de salud, le respondo entre pedaladas. Miro los mensajes que los amigos trasnochadores han dejado en el móvil y, si queda tiempo, también uso el móvil para algún juego.

Cuando veo este mapa de Google, aparece Berlín al lado y recuerdo el viaje que hicimos con unos buenos amigos, al Congreso Internacional de Informática CeBIT de Hannover. Estábamos allí y derribaban el muro de Berlín en esas fechas, nos acercamos por supuesto, a asestar unos martillazos al muro y contribuir a la causa. No sabíamos nada: ni cuál era la moneda de Alemania del Este, ni si necesitábamos permiso para estar en ese lugar del mundo unas horas. Afortunadamente viajábamos en autocaravana y con la nevera bien provista, lo cual ayudó a que la policía fuera permisiva y no nos sancionase por los errores cometidos. Fuimos testigos de algo increíble: la unión de una ciudad rota como Berlín y el fin del enfrentamiento entre hermanos.

Cuando pongo los pedales en funcionamiento, me acuerdo de José María superando 20.000 kilómetros pedaleando y animándonos a que hagamos ejercicio contra la ELA. Llegó a crear un vídeo donde participamos muchos afectados. La ELA jamás nos quitará el espíritu de lucha y lo dice tras veinticinco años padeciendo la enfermedad. Es uno de los referentes en la comunidad de afectados que he tenido el privilegio de conocer en estos 3 años que llevo cargando con esta mochila.

Yo estoy contento de haber batido el récord de los 3.000 kilómetros y, sobre todo, por seguir teniendo energía para continuar pedaleando cada mañana y seguir adELAnte. Igual consigo llegar a Japón y descubro la «aspirina» que arregle esto un poco, jeje…

Estoy deseando que llegue el buen tiempo y combinar el pedaleo con la natación en la piscina del campo. Creo que la sugerencia del amigo José Antonio Lagar de utilizar el centro especial que van a abrir en la ciudad, con una piscina adaptada para realizar ejercicios e hidroterapia, podrá venirme bien.

Una respuesta a «Mi viaje a Dinamarca: 3.000 km. no son ná.»

  1. Que tal por Dinamarca,pues mira que viajecito te has marcado en un añito.Demuestras valia,costancia y preseverancia a diario Marco,mw alegro de seguirte irradias vitalidad tan deseada por muchos y tu lo conaigures. PA LANTE MARCOS

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