Gracias al pequeño empujón de Eduardo, me lancé una vez más, tras la comida y la «bebida» a hablar en público sobre mi enfermedad y compartir con todos los PNL_amigos una presentación. Era el 25 de noviembre de 2016. Hacía un mes aproximadamente que me dieron el diagnóstico definitivo. Era la hora de poner negro sobre blanco algo tan importante como las características de la enfermedad que me ha tocado y la forma con que la encaro. Y, lo más importante, fue compartirla con este grupo de grandes amigos a los que aprecio un montón. Nos conocimos hace años en un curso de programación neurolingüística y hemos mantenido viva la amistad que allí se fraguó. Contar lo que me pasaba me sirvió también para hacer visible ante mi familia todo lo que sabía hasta este momento de mi estado de salud y el espíritu con el que lo iba a afrontar. Un paso importante para seguir #adELAnte.
Gracias amig@s..
También nos permitió a los amigos, entender, comprender y asumir tu enfermedad y afrontarla a tu lado, mantenimiendobese espíritu positivo de combate.